El escándalo de los abusos de menores por parte de religiosos estalló en Bélgica en abril de 2010 cuando el Vaticano cesó al obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, quien abusó al menos de un sobrino suyo (hay denuncias de al menos otra sobrina y de algunos miembros de un coro infantil).
El informe de la comisión independiente creada por la Conferencia Episcopal belga y encabezada por el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens recibió al menos 478 denuncias por casos de pederastia entre 1969 y 1985, además de constatar el suicidio de 13 presuntas víctimas.
800 DENUNCIAS
La Fiscalía federal contaba a principios de año con 204 denuncias oficiales, pero el número de víctimas que ha decidido tomar medidas judiciales contra la Iglesia católica ha aumentado considerablemente desde entonces.
“Continuamos recibiendo nuevas denuncias. Ya no son tantas como en 2010 después del caso (del exobispo de la diócesis de la ciudad belga de Brujas, Roger Vangheluwe), pero las denuncias no cesan; algunas víctimas necesitan mucho tiempo para dar este paso ante el fiscal”, señaló la portavoz de la Fiscalía, Lieve Pellens, a la Gaceta de Amberes.
De acuerdo con este medio, uno de los últimos en denunciar a la Iglesia católica es un hombre de 30 años que acusa a Vangheluwe de haber abusado de él varias veces en la institución Godtschalck Huyze en Loker, en Flandes Occidental.
Con este número de demandas, junto con los 478 casos contabilizados por la comisión Adriaenssens, hasta ahora las denuncias oficiales por abusos sexuales por parte de eclesiásticos se elevan a 800.
En diciembre pasado, la Iglesia católica belga anunció que pagará indemnizaciones de entre 2.500 y 25.000 euros a las víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos aunque hayan prescrito legalmente.
Fuentes: Efe, www.ProtestanteDigital.com
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